• Saltar a la navegación principal
  • Saltar al contenido principal
  • Saltar a la barra lateral principal
  • Saltar al pie de página
JAVIER SEGURA

JAVIER SEGURA

MEMORIA VERDAD JUSTICIA

  • INICIO
  • CATEGORIAS
    • ACTUALIDAD SIN VELOS
    • EL UNIVERSO DE LA HISTORIA
    • FÁBULAS DEL BUEN VIVIR
  • BLOG
  • QUIEN SOY
  • CONTACTAR
Usted está aquí: Inicio / Actualidad sin velos (política, sociedad. Cultura) / ANTISEMITISMO, SIONISMO Y DERECHOS HUMANOS

ANTISEMITISMO, SIONISMO Y DERECHOS HUMANOS

4 junio, 2025 by JAVIER SEGURA Deja un comentario

El objetivo de la devastación sembrada por el Ejército israelí en Gaza nunca fue la eliminación de Hamás ni la liberación de las personas secuestradas. En realidad, los atentados de Hamás en suelo israelí, el 7 de Octubre de 2023, fueron el praetextum belli que el Gobierno de Netanyahu utilizó para lanzar una ofensiva militar que consumara el proceso de desposesión y exterminio de la población palestina sobre el que se ha sostenido históricamente el Estado de Israel. El propio gobierno se encargó de confirmarlo el pasado 18 de Mayo al poner en marcha la Operación Carros de Gedeón, cuyo objetivo es la ocupación del 75 % del territorio de la Franja y el hacinamiento de los gazatíes en el 25 % restante hasta que Tel Aviv y la Casa Blanca decidan dónde reasentarlos.

Durante estos veinte meses de retransmisión en directo del genocidio, la indignación frente a una violación tan flagrante de los derechos humanos se ha extendido por todo el mundo. La respuesta del Gobierno de Netanyahu y sus aliados en las ultraderechas europeas ha sido usar el antisemitismo como arma arrojadiza para desacreditar toda denuncia de la masacre en curso. Esta acusación no es nueva. Forma parte de una estrategia más amplia por la que el Estado de Israel se atribuye una filiación histórica con el Holocausto para legitimarse a sí mismo y neutralizar las críticas. Sin embargo, la razón histórica va en sentido contrario: el Estado israelí no es hijo del Holocausto, sino del sionismo, y el sionismo no es la expresión política del judaísmo, sino del nacionalismo de raíz étnico-religiosa que lo vincula, por paradójico que parezca, con el antisemitismo.

En efecto, el sionismo surgió en el último cuarto del siglo XIX como un contrapunto al antisemitismo europeo que, con muchos siglos de antigüedad, había recibido un nuevo impulso al compás de la euforia nacionalista y racista generada por la expansión de las potencias coloniales. En un principio, el sionismo se configuró como un proyecto nacionalista, que pretendía reunir a los judíos de Europa en un “hogar nacional”; pero pronto se convirtió en un proyecto colonial cuando sus líderes, con Theodor Herzl a la cabeza, decidieron ponerlo en práctica en Palestina, mediante colonias de asentamiento que sentaran las bases de un futuro Estado judío.

El movimiento sionista, que en sus inicios fue solo una propuesta minoritaria entre varias opciones para enfrentar el racismo antijudío, contó con el respaldo de importantes magnates judíos, como los Rothschild, y recibió el espaldarazo definitivo del Gobierno imperialista británico. Tras el fin de la Gran Guerra (1914-1918) y apoyándose en la Declaración de Balfour de 1917, que abogaba por la creación de dicho hogar nacional, las autoridades del Mandato Británico en Palestina (1920-1948) facilitaron la instalación masiva de colonos judíos con la intención calculada de que un futuro Estado europeo, fuera de Europa, permitiera al capitalismo occidental controlar el petróleo de la región y el Canal de Suez. De este modo, el sueño de las élites antisemitas que querían a los judíos fuera de Europa confluyó con el de los líderes sionistas que los querían reunidos en un Estado propio, pero, eso sí, aliado de Occidente.

Así empezó la historia que desembocó, en diciembre de 1947, en el plan de la ONU para la partición de Palestina en dos Estados y en la creación, en mayo de 1948, del Estado de Israel. Desde entonces, el proyecto sionista de construir un Estado sostenido en el mito supremacista de la etnia-nación judía se ha traducido en la aplicación sistemática de políticas de despojo, segregación y exterminio de la población palestina, que han tenido su trágica culminación en el actual genocidio en Gaza. Con ello, el Estado israelí se ha erigido en artífice de un holocausto — el Holocausto palestino — que lo hermana con el nazismo y traiciona la memoria antifascista del propio Holocausto judío. En este contexto, acusar de antisemitismo a quienes denuncian la barbarie genocida de Israel contra la población palestina constituye una auténtica perversión ideológica.

Crímenes de lesa humanidad sobre una población previamente deshumanizada y falsas acusaciones: las dos caras de la misma moneda. Frente a ello, la movilización ciudadana, de colectivos sociales y fuerzas progresistas persiste en su empeño de presionar a los gobiernos que se dicen democráticos para que, en coherencia con el derecho internacional, actúen con contundencia: exijan un alto el fuego inmediato, suspendan toda colaboración diplomática, militar, económica y académica con el Estado de Israel y reconozcan al Estado palestino como miembro de pleno derecho de la comunidad internacional.

No es antisemitismo, es justicia.

En la cabecera, mosaico humano gigante en Gernika en apoyo al pueblo palestino organizado por la Iniciativa Ciudadana Gernika-Palestina | Foto: GERNIKA-PALESTINA,

Publicado en: Actualidad sin velos (política, sociedad. Cultura)

Interacciones con los lectores

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Barra lateral principal

Quien Soy

Footer

  • INICIO
  • CATEGORIAS
    • ACTUALIDAD SIN VELOS
    • EL UNIVERSO DE LA HISTORIA
    • FÁBULAS DEL BUEN VIVIR
  • BLOG
  • QUIEN SOY
  • CONTACTAR

Mi Facebook

Copyright © 2025 · Javier Segura Blog