Sentar en el presente las bases de un futuro digno y deseable. Para ello, unir la capacidad del futurista de predecir las consecuencias de lo que se hace en el presente y la habilidad del profeta de imaginar, a partir de la realidad concreta, un modelo preferido para el mañana e indicar los cambios necesarios para que sea posible. (Reelaborado a partir del maestro de pedagogos Jhon Paul Lederach)
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