Al salir del cine y pisar la calle, después de ver la película “EL 47”, me pareció, por unos instantes, que dejaba atrás la realidad y me adentraba en la ficción. Es una impresión que recuerdo haber tenido con películas como “Un lugar en el mundo” (1992), una de las grandes joyas del cine argentino, o, más recientemente, con obras maestras como “El maestro que prometió el mar” o “Siempre nos quedará mañana”. Seguro que quien haya visto estas películas lo entiende.
Creo que “El 47” es un film llamado a convertirse en una clásico del cine en general y del cine social en particular. A través de la historia de un grupo de personas migrantes que, expulsadas de sus tierras andaluzas y extremeñas, llegan a Barcelona creando un barrio en las afueras a base de sudor y esfuerzo, la película, dirigida por un cineasta que promete, Marcel Barrena, constituye un auténtico canto a la necesidad de unir fuerzas para combatir la injusticia en favor de un bien común, a la hermandad que nace de la participación en la lucha, a la historia como madre de la memoria democrática, a la legítima desobediencia civil cuando los cauces institucionales operan como una barrera para satisfacer demandas populares y, si me apuran, a la felicidad que se desprende de los verdaderos éxitos y triunfos, que son los éxitos y triunfos morales que nacen del compromiso con un causa justa.
En los tiempos que corren, donde, parafraseando a Chicho Sánchez Ferlosio, las sombras del “Gallo negro” se extienden, como una mancha de aceite, sobre los cantos del “Gallo rojo”, un film como “El 47”, tan realista como contrahegemónico y pedagógico, no sólo resulta oportuno, sino también absolutamente necesario. Junto con los films mencionados al principio, creo que “El 47” debería ser objeto de cine forums y debates en escuelas, institutos y universidades.
Aprovecho la ocasión para rendir mi particular reconocimiento a las asociaciones veninales que dedicaron tiempo y esfuerzo a la lucha contra la dictadura y a las que, animadas por el mismo espíritu, lo siguen haciendo en favor de un modelo de ciudad inclusivo y habitable.
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