Derechos humanos como la libertad de expresión o los derechos de reunión, asociación, manifestación o huelga fueron delitos antes de ser derechos. Otros, como el derecho al trabajo, a la vivienda, al medio ambiente, a la educación y a la sanidad, en condiciones de calidad y dignidad, han sido históricamente mancillados por un modelo social que ha situado el derecho a la propiedad privada de los grandes medios económicos por encima de todos los demás.
El tránsito histórico desde la negación/violación de los derechos humanos a su reconocimiento legal y al proceso hacia su realización plena y efectiva no podría explicarse sin el trabajo activo de los movimientos sociales, en particular del movimiento obrero, en pro de la extensión de la democracia y un orden social justo.
En este marco, el reconocimiento de la jornada laboral de 8 horas no fue una concesión humanitaria de grandes patronos sensibilizados con la explotación de la clase obrera. Fue el resultado de la lucha obrera frente a intereses patronales, para los que mejorar el salario o reducir la jornada laboral transgredía el derecho/privilegio del propietario a contratar y establecer, “libremente”, las condiciones laborales.
El punto álgido de la lucha reivindicativa en favor de la jornada de 8 horas tuvo lugar en Estados Unidos, donde el 1 de Mayo de 1886 tuvieron lugar más de 5.000 huelgas con el lema “Sólo se debe trabajar 8 horas”. Estas movilizaciones desembocaron, dos días después, en una gran manifestación en el mercado de la ciudad de Chicago, donde las fuerzas de orden público dispararon contra los manifestantes (“masacre de Haymarket”). Ocho líderes sindicales, conocidos como los “mártires de Chicago”, fueron acusados, sin pruebas en su contra, de ser los responsables de una bomba lanzada a la policía durante la manifestación y, tras un proceso con testigos manipulados, como se reveló ya en 1893, fueron condenados a muerte, siendo cuatro de ellos (uno se suicidó en prisión) ejecutados en la horca el 11 de Noviembre del mismo año.
Fueron estos acontecimientos los que impulsaron a la II Internacional, constituida en 1889 coincidiendo con la celebración del centenario de la Revolución Francesa, a establecer el 1 de Mayo como jornada reivindicativa de las 8 horas máximas de trabajo diarias y, por extensión, del conjunto de derechos laborales.
En 1893, se erigió en Chicago el Monumento a los Mártires de Haymarket, cuya imagen encabeza este post, obra del escultor Albert Weinert. En él, la figura monumental de una mujer, símbolo de la Justicia, custodia el cuerpo de un trabajador caído, ambos en bronce. Hay, adermás una cita, atribuida a A.V. Theodore Spies, uno de los sindicalistas condenados, tomada poco antes de su ejecución: “ Llegará el día en que nuestro silencio será más poderoso que las voces que hoy estáis estrangulando». Es una frase que condensa a la perfección la reivindicación de la memoria, como derecho y herramienta de emancipación, y la denuncia del interés del poder establecido en ignorar el papel de la lucha social en la expansión de los derechos y las libertades para, así, legitimarse a sí mismo.
En España, la jornada laboral de 8 horas fue instaurada legalmente en Abril de 1919, a raíz de la intensa huelga de 44 días iniciada por el despido de varios trabajadores de la operadora eléctrica de Barcelona, perteneciente a la empresa conocida como “La Canadiense”, que mantuvo paralizada la industria de la ciudad.
En este 1 de Mayo de 2024, en un contexto en el que los beneficios empresariales crecen el doble que los salarios, generando inflación, se reivindica en las calles el pleno empleo, la subida de salarios y la reducción de la jornada laboral.
José Antonio Fernandez Cabello dice
Magnífica reseña del significado del 1 de mayo.
Hoy, más que nunca, hay motivos para luchar en defensa de los derechos de las trabajadoras y trabajadores, porque la deriva conservadora en Europa es una realidad y sólo la clase trabajadora obrera puede defender y salvar a la clase trabajadora obrera.
Fernando MJ dice
Javi, que no decaigan tus comentarios sobre esta preocupante actualidad que nos asalta día a día, porque, aunque no lo parezca, es una importante aportación dentro de los esfuerzos que se se invierten en pro de lograr una sociedad más libre y más justa. Yo, personalmente, te agradezco el interés con el que en tus comentarios rescatas los detalles de los hechos pasados, de la historia y, por supuesto de la actualidad, con los que respaldas opiniones más allá de la emociones. Demasiada política emocional la que se practica en este país. Insisto: que no decaiga. Un abrazo
JAVIER SEGURA dice
Muchas gracias, Fernando, por enriquecer los artículos con tus comentarios.
Mati dice
Gracias Javi, toda una lección de Historia Un abrazo